Un día cualquiera, Mikel, un joven que vive en Bilbao, decidió asistir al instituto llevando una falda, simplemente porque le gusta. Pidió a sus amigas que la llevasen también para apoyarlo. Desafortunadamente, se enfrentó a las burlas, comentarios y malas miradas por parte tanto del alumnado como del profesorado. En un momento dado, se quitó los pantalones que llevaba debajo debido al calor. El personal docente alegó que si tenía calor, se quitase la falda. En cambio, no le reprocharon lo mismo a sus compañeras. El colmo fue cuando se interrumpió la clase de matemáticas para llevarlo al psicólogo del centro, preguntándole “si se sentía mujer” (recordemos que actualmente está en proceso de elaboración la ley estatal trans para su despatologización, la cual va ya con retraso respecto de los parámetros europeos y de la OMS), a lo cual respondió que “no me pongo ningún género y si me tengo que poner soy tío”. Además, su madre y su padre lo regañaron en casa.
Mikel contó su historia en TikTok y también en Twitter. Entonces un amigo suyo propuso que el día miércoles 4 de noviembre todo el mundo independientemente de su género acudiera a su centro educativo con falda. A partir de ahí, el mensaje se difundió a través de las redes sociales y de forma oral. En algunos sitios el profesorado participó también, quienes no tenían clase presencial se manifestaron en las redes o incluso se trasladó la iniciativa a los lugares de trabajo. Se subieron TikToks, vídeos o fotos a Internet.
El instituto IES Antigua Sexi no fue menos: una parte del estudiantado comenzó a comentarlo a nivel del centro educativo y en cada clase y a animar al resto a unirse. El día 4 apareció un grupo considerable con falda, compuesto tanto por chicas como por chicos. Destacó especialmente cuarto de la ESO, con varios muchachos.
Fue un día para demostrar que la ropa no tiene género, para cotidianizar el hecho de que se rompan los roles y estereotipos y para enseñar a Mikel, a otros y a otres como él que tienen apoyo; así como para combatir el sexismo, el machismo, la homofobia (el segundo y la tercera porque cuando un hombre lleva falda se le suele asociar equivocada y negativamente a estos dos colectivos) y la transfobia.
Ahora se ha comenzado a proponer repetir la iniciativa el día 4 de cada mes.
Ana María Justo Milán, estudiante de 2º de Bachillerato B.